20150504

Las cosas, por su nombre


La palabra tiene poder. No sólo en las escrituras sagradas y las ideologías: hablo de la palabra ordinaria y cotidiana. Poder para crear y aniquilar. Para construir y destruir. Pervertir el significado de una sola palabra tiene repercusiones incalculables en todo el universo semántico de la lengua y, por consecuencia, sobre la cosmovisión de un pueblo. 

Sabiduría Pentathlónica